sábado, 9 de julio de 2016

Voluspa Jarpa y los archivos secretos de Latinoamérica


La artista chilena inaugura una muestra en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, que hace un recorrido por la historia del continente a partir de los documentos desclasificados de la CIA.

De niña vivió en Chile, Brasil y Paraguay, países que se encontraban en dictadura en los 70 y 80. Hoy Voluspa Jarpa inaugura una muestra que da una mirada a esos y otros países del continente a partir de los archivos desclasificados de la CIA. En nuestra pequeña región de por acá es el trabajo más ambicioso y complejo de la artista nacida en Rancagua en 1971. La exposición se inaugura el próximo jueves 14 en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), que acaba de inaugurar una retrospectiva de Yoko Ono y  por primera vez abre sus puertas a un artista chileno.  
La muestra tiene dos ejes de investigación en torno a Latinoamérica. A partir del análisis de los  archivos desclasificados por los Servicios de Inteligencia de EE.UU. durante el período 1948-1994, hace un cruce artístico con el minimalismo norteamericano. Además, se despliegan retratos sobre líderes latinoamericanos durante la Guerra Fría, que fueron víctimas de asesinatos o de crímenes no resueltos. 
“Ha sido un proceso de mucho esfuerzo, no solo mío sino que colectivo, por parte de mi equipo, asistentes, personas que han apoyado, las galerías e instituciones”, dice Voluspa Jarpa, quien contó con el respaldo de las salas de Isabel Aninat y  Patricia Ready, la galería parisina Mor Charpentier, el Consejo de la Cultura, la Dirac, la embajada de Chile en Buenos Aires y el grupo Antenna. 
A días de la inauguración, la artista -compañera de generación de Natalia Babarovic y Mario Navarro- dice que lo que la mueve es la idea que hay detrás de esta muestra: “El arte tiene una magia y la gente participa porque es una fiesta y, dado mis niveles de convicción, terminan pensando que es muy importante. El arte tiene esa cualidad de convocar. Además, el evento en sí es muy importante. Chile necesita que sus artistas puedan producir seriamente desde Chile, con apoyo de Chile”, dice.
El recorrido
La entrada de la exposición propone una revisión de los archivos desclasificados de la CIA en 14 países latinoamericanos, muchos de ellos con tachaduras y censuras, a través de instalaciones que juegan en ese espacio difuso entre el texto y la imagen. Las piezas proponen citas al artista estadounidense  Donald Judd, asociado al movimiento minimalista. De esta forma, la artista pone en tensión la violencia política de la época con la austeridad del minimalismo que se desarrollaba por entonces. “Esta es esa dicotomía norteamericana que se da en un momento de mayor violencia, en términos de expansión de inteligencia, sobre los países latinoamericanos, Asia, Africa y Europa, mientras se levanta la vanguardia del minimalismo, que propone que la obra es materialidad pura, perfecta e industrial. Entonces lo que hace esta obertura es contraponer estéticamente, formalmente y concretamente el material de archivo en las obras citadas de Donald Judd, dentro de tres piezas gigantes que están a la entrada del museo”, explica Voluspa Jarpa.
Luego aparecen los retratos  de 47 líderes latinoamericanos cuyas muertes no han sido resueltas o están siendo investigadas. Cada uno de ellos ocupó cargos en la administración de los poderes del Estado como presidentes, ministros, jueces, jefes militares, arzobispos, diputados y senadores. Entre ellos aparecen los ex mandatarios Salvador Allende y Eduardo Frei. Para complementar la historia, a un lado están proyectadas las muertes de cada uno de ellos a través de imágenes crudas, porque muchos murieron de manera violenta, dentro de lo que la artista llama un “pasillo fúnebre”. Luego hay una sala de archivo en la que trabajó junto a su hermana, la periodista Paula Jarpa, donde están todos los documentos desclasificados, alrededor de 4.000, separados en carpetas, dentro de un espacio que llama la “sala morgue”, porque es fría, todos los materiales son metálicos y están bajo una luz blanca. 
“Nos contactamos con todos los abogados o descendientes que hubieran llevado las causas y tuvieran la documentación judicial de cada una de estas muertes. Uno de los casos es el de Pablo Neruda, que aún no se cierra porque están esperando los últimos peritajes”, cuenta. Luego hay un mural de 10 metros de largo por 4 de alto que agrupa los funerales de cada uno como si fueran uno solo.
El último elemento de la muestra  es un video multicanal de cinco pantallas con la obra Translation Lessons (2012-2016), donde un profesor de inglés le enseña a la artista el idioma a través de la lectura de los archivos de la CIA, acto paradójico que pone de relieve que para entender una gran parte de la historia política reciente de Latinoamérica es necesario conocer un idioma extranjero.
El recorrido podría leerse como una historia del continente, aunque la artista  recalca que no es historiadora, no tiene el deber ético  de la historia de decir: lo que pasó fue esto. “Lo que yo hago es dar el material, las informaciones, aquí están las distintas disciplinas e instituciones que han generado estos distintos archivos que son posibilidades narrativas. Yo digo aquí están todas esas posibilidades, para que vengan todas las disciplinas para escribir esa historia desde el material de archivo, no desde la ideología. No desde la cita de autores sino que del material duro”, dice en referencia a los archivos. “La mayoría de las cosas que tú sabes no son las que ocurrieron. Uno accede a un pedazo de ese secreto 30 ó 40 años después y tienes que desarticular lo que sabías y empezar a ponerle toda esa información secreta para rearticular lo que tu creías que había sucedido”.
Esta exposición le hace concluir además que los países latinoamericanos tienen una historia común en la Guerra Fría. “Es una exposición muy personal porque fui una niña errante que pasé por estos países cuando era chica y me tocó ver la dictadura en Brasil, Paraguay, Chile y Argentina. Aunque parezca intelectual es súper personal, porque devela las preguntas que se hizo una niña hace mucho tiempo y que no eran preguntas locales sino una comparación de un lugar con el otro”, concluye. 
Fuente:http://www.latercera.com/noticia/cultura/2016/07/1453-687974-9-voluspa-jarpa-y-los-archivos-secretos-de-latinoamerica.shtml

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