El pontífice recibe a familiares de desaparecidos coincidiendo con el 40 aniversario del golpe militar en el país sudamericano
No es casualidad que el Papa Francisco haya decretado la desclasificación de los archivos del Vaticano sobre la dictadura argentina justo ahora, que ayer recibiera en la Santa Sede a algunos familiares de desaparecidos, y que hoy se inicie en Roma un juicio contra un ex teniente italoargentino acusado de homicidio, secuestro y abusos sexuales durante la dictadura de Jorge Videla.
Este jueves se conmemora el 40 aniversario del golpe militar en Argentina, que abrió ese negro capítulo en su historia que aún no se ha podido cerrar, y quién sabe durante cuántas décadas más se alargará. Los familiares de desaparecidos que el Papa recibió no sabían cómo posar ayer cuando esta periodista les tomó una fotografía: si sonreír, que es lo que se suele hacer cuando alguien te inmortaliza con una cámara. O llorar, mientras sujetaban los retratos de sus seres queridos a quienes perdieron la pista hace décadas y no supieron de ellos nunca más. A algunos no les salió otra cosa que una mueca.
"La desclasificación de los archivos vaticanos nos ayudará mucho", aseguraba Marie-Noëlle Erize Tisseau, una argentino francesa que vive en Marbella, pero que este jueves ha declarado en el juicio en Roma contra el ex teniente Carlos Luis Malatto. "Hay una Iglesia que apoyó a los militares y que sabía qué ocurría", afirma la mujer. "Que los culpables paguen por sus delitos y que pidan perdón". El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, informó que los archivos vaticanos correspondientes a la dictadura argentina (1976-1983) serán "catalogados". "Después se podrán estudiar los tiempos y las condiciones para la consulta. Se trata de responder a algunas preguntas específicas sobre cuestiones particulares de carácter judicial", añadió.
Marie-Noëlle posa en la fotografía sobre estas líneas con un libro en el que aparecen imágenes de su hermana Marianne, que desapareció en la localidad argentina de San Juan el 15 de octubre de 1976. Marianne fue una conocida modelo argentina, que salía en las revistas y la televisión, pero que también estaba muy comprometida con las clases desfavorecidas. Según Marie-Noëlle, el ex teniente Malatto estuvo implicado en su desaparición. "Hay testimonios que aseguran que Malatto se jactaba de haber violado a la francesa", explica. Así es como conocían a la modelo en Argentina por su origen francófono.
Al lado de Marie-Noëlle, posa su madre, Françoise Tisseau, con cara de circunstancias, postrada en una silla de ruedas y venida expresamente desde Argentina para encontrarse unos minutos con el Papa, que es el tiempo que el pontífice la recibió. Detrás está el hermano de Marie-Noëlle, Marc, que ha viajado desde Brasil por la misma razón."Francisco se acercó a mi madre, la besó en la frente, se quedó junto a ella y le dijo: 'Te doy este beso que es para todas las madres que han sufrido la desaparición de sus hijos", relata Marie-Noëlle, que no puede evitar que se le salten las lágrimas cuando recuerda ese momento. "Los restos de mi hermana no los vamos a encontrar después de tanto tiempo. Al menos mi madre ya puede morir en paz tras ver al Papa, con ese consuelo", añade con la voz quebrada.
La mujer explica que, durante años, cada vez que el timbre de la puerta de su casa sonaba, tenía la esperanza de que fuera su hermana. Pero no, nunca fue ella. Marianne jamás regresó. "Al final me fui de Argentina", afirma Marie-Noëlle. Quedarse allí, esperando, era para volverse loca. Ella asegura que continúa creyendo en la justicia. "Aunque sea la justicia divina", apostilla.
Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2016/03/24/56f44c65e2704e3c788b45a7.html
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