viernes, 22 de abril de 2016

Documentos acreditan la excomunión de Cervantes por su celo recaudatorio en Écija


Estuvo dos años en la localidad sevillana para requisar aceite y cereales para el Ejército y una exposición rememora su paso por Ecija.                      
 
 
Exposición en Écija sobre los hitos de la vida de Cervantes en Écija - A.L.
El paso de Miguel de Cervantes por Écija fue señalado y sin lugar a dudas conflictivo. En los dos años escasos en los que anduvo por el municipio astigitano el escritor universal fue excomulgado por la Iglesia y encarcelado en Castro del Río (Córdoba) por sus excesos en las labores recaudatorias que llevó a cabo en la ciudad del Sol.
Así lo atestiguan los documentos que se han seleccionado de los fondos del Archivo Histórico Municipal y del Archivo de Protocolos Notariales de Écija para integrar la exposición que sobre el autor de «El Quijote» se abre en el Museo Histórico del Palacio de Benamejí hasta el próximo domingo.

Embargos a la Iglesia

La muestra ha sido organizada por la archivera municipal, Marina Martín Ojeda, quien recuerda que Miguel de Cervantes estuvo desde el año 1587 hasta 1589 en Écija, adonde vino a ejercer de comisario de abastecimiento de la Armada Real, es decir, para requisar cereales y aceite que avituallarían al ejército. Su celo en el embargo de trigo y cebada a las iglesias del municipio despertó la indignación del Arzobispado de Sevilla, que dictó sentencia de excomunión para el autor.
Pero no terminaron aquí los duelos del escritor, sino que a finales de 1588 el cabildo ecijano acusó a Cervantes de requisar más de lo que debía, concretamente 585 fanegas de cereales más. Las sentencia de encarcelamiento por el delito le llegó estando en el vecino municipio cordobés de Castro del Río, donde pasó entre rejas algunas noches.
«Además, estas requisas las realizó con bastante violencia», explica la archivera, algo que puede comprobarse a través de algunos de los documentos expuestos en los que cuenta de su propio puño y letra «como entraba en cortijos descerrajando puertas y ventanas, porque venía con autoridad de juez, con vara alta de justicia como se decía, y no había quien le rechistara».
Para colmo de males, muchos ecijanos no llegarían a cobrar el trigo que habían entregado, pues a la demora del pago de la Corona, que no llegó hasta 1592, se sumó la malversación de caudales que ejerció el depositario de estos fondos, Juan Ruiz de Montemayor, quien también acabaría en la cárcel.
Son 15 en total las reproducciones de originales escogidas para la muestra del importante volumen de documentos que se atesoran, algunos en mal estado de conservación por las plagas de insectos xilófagos y humedades que ha sufrido el Archivo de Protocolos Notariales.
Es en este fondo, precisamente, donde se custodian los más valiosos por contener la firma de Cervantes: un pago efectuado a vecinos; una relación jurada de gastos menudos de la molienda; una carta de poder a su primo Rodrigo de Cervantes para que le represente ante la justicia eclesiástica y así pudiera ser absuelto de la excomunión y otro de 1592 en el que Cervantes da un poder a un vecino de Madrid par aque le represente en cualquier causa judicial que se le abriera en Écija.
El afamado escritor tuvo su domicilio en Écija en Villacreces, una calleja hoy cerrada que da a la calle Santa Ángela de la Cruz, rincón que forma parte de la Ruta Turística Cervantina que ha preparado la empresa Local Look Tours para conmemorar la efeméride y rastrear la huellas del autor en Écija.
La ruta se podrá disfrutar de manera gratuita el viernes 22 de abril a las 17.30 horas previa inscripción en el Ayuntamiento, así como el domingo 24 a las 10.30 horas por cinco euros que incluyen la degustación del típico plato cervantinos de «duelos y quebrantos», en el Hotel Platería.

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